Valencia: un niño de tres años

Por motivos profesionales ayer me ausenté de la plaza y hoy durante gran parte de la tarde Lentejo y Presidenta, mis compañeros de abono, me han dado cumplida cuenta de lo ocurrido.

El Lentejo y la Presidenta coinciden en el flojo nivel de los juanpedros, como siempre eso no es nuevo, y en la apatía e incapacidad del joven Manzanares. Coinciden también en que Cayetano pasó inadvertido en el tercero pero demostró casta en el sexto, el toro no arreaba y brotó la sangre “Rivera”, lo puso todo….

Discrepan respecto a la actuación de Enrique Ponce. En este punto coinciden en una cosa, con un lote parejo al de sus compañeros estos no consiguieron nada y Ponce con su poderosa técnica hizo lo que quiso. Para el Lentejo fueron dos faenas sentidas, hondas, profundas, de gusto. Para la Presidenta fueron dos faenas técnicas, pero sin llegarle a emocionar… aquí entra en juego la subjetividad del Arte….

La tarde de hoy ha sido un esperpento, una becerrada indigna, eso sí con un afeitado impecable, si encuentro un barbero como el que viene trabajando esta semana en Valencia me corto las barbas, que estilo tiene el tío, deja las puntas recortaditas, recortaditas… creo que el jueves pasado los de Cebada Gago vinieron sin arreglar y claro con esas puntas tan feas el equipo veterinario no les dejó pasar.¡Esto es Valencia y aquí se viene bien arreglado!...hombre por Dios…

La terna hoy, "El Cordobés", Francisco Rivera y César Jiménez, ha cortado una oreja por coleta, premio excesivo teniendo en cuenta que hemos visto de todo menos torear. Premio escaso si se tiene en cuenta que los becerros de Manolo González eran carretones con patas.

Apuntar que he pasado toda la tarde con un niño de tres años en brazos a quien con mucho gusto se intenta aficionar. El niño se emocionaba exactamente con lo mismo que los aficionados que me rodeaban. No me cabe ninguna duda que este niño en unos años tendrá el criterio y la sensibilidad suficientes para valorar una tarde de toros, hoy por su obvia juventud no. El problema es que la afición valenciana juzga exactamente con ese criterio, con el de un niño de tres años, y esta no va a aprender nunca….

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