Que peligrosos son los autoproclamados “buenos aficionados”…

El fin de semana pasado, concretamente el sábado 1 de junio, fue un día grandioso, posiblemente el mejor en lo que llevamos de año, taurinamente hablando. He tenido una semana complicada y no he podido escribir hasta hoy.

Pudimos disfrutar en la primera plaza del mundo, Las Ventas, y en pleno San Isidro del espectáculo de la lidia total, gracias a la generosidad de Javier Castaño y a la torería de su cuadrilla. Tito Sandoval se ha empeñado en recuperar el tercio de varas como espectáculo, y bien que lo consigue. Mueve a los caballos toreramente, cita con los pechos de su montura, presenta la vara con torería y pica arriba, delante y con brevedad, ¡como se debe hacer! En Valencia nos hizo vibrar las dos tardes en que actuó y el pasado sábado repitió hazaña en Las Ventas.

Pero ahí no acaban las cosas, las cuadrilla que ha orquestado Castaño ofrece mucho más. Marco Galán es un ejemplo de lidiador, capotazos los justos, si se puede coloca al toro con la voz. Cuando el toro toma su capote él le muestra lo que es el temple. Los que toman los palos son punto y aparte. A David Adalid le pasa lo que a Víctor Méndez, no sabe clavar aliviándose, da igual que tenga delante un Juan Pedro, un Miura que un Cuadri, el clava en la cara del toro haciendo la suerte siempre con verdad. Lo de Fernando Sánchez no se ni describirlo… ¡qué torero! Su par al segundo toro que les corrió en suerte es el mejor que he visto en años. Salvando las distancias es lo más parecido que he visto a Don Manolo Montoliú, ese acercarse al toro andándole, cuadrar en la cara muy en corto y salir con torería… ¡me emociona recordarlo!

Gracias a Canal+Toros me emocioné en mi casa viendo a Las Ventas romperse las manos y hacer que esa cuadrilla diese la vuelta al ruedo.

El día tuvo más. El Fandi se encerraba en su plaza de Granada, yo no estuve allí, pero por lo que me dicen el espectáculo fue total. El planteamiento de la tarde excepcional, diversidad de encastes, lidió hasta uno de Miura. El de Victorino le dio tabaco, fuerte a la postre, pero el torero derrochando vergüenza torera ¡mató los tres que aún le quedaban! 6 orejas y toda Granada vibrando de emoción.

Pero ese primero de junio nos traía mas aún. Morante de la Puebla cortó 4 orejas y un rabo en Córdoba, ¡hasta dieron la noticia en el telediario! Veo las imágenes y me emociono con la torería y el gusto que tiene el Sevillano.

Fue un día en el que por encima de todo hubo verdad, en la encerrona de El Fandi, en el toreo de Morante, en la lidia de Marco Galán, en los pares de Adalid y Fernando Sánchez y por supuesto en las varas de Tito Sandoval.


Mi sorpresa fue que el domingo 2 de junio, muchos de los que se autoproclaman aficionados, que se jactan de ser los defensores de este arte, que se llenan la boca de proclamas a favor de la pureza… se mofaban de la encerrona de El Fandi, dudaban de las faenas de Morante al ver que los toros que lidió eran “juanpedros” y lo más sangrante, criticaban a la cuadrilla de Castaño acusándola de exceso de protagonismo, les escocía su vuelta al ruedo…. Cuanto daño hacen y que peligrosos son los autoproclamados “buenos aficionados”… ya lo dice el sabio refranero español “dime de que presumes y te diré…