Lágrimas

No he visto la faena, solo las lágrimas, he podido ver a Luis Vilches llorando en el callejón mientras uno de plata trataba de consolarlo…

Una tarde más buen toreo, una tarde más no ha habido triunfo, esta tarde fue la espada lo que le privó de “tocar pelo”, nada más y nada menos que en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y ante uno del Conde de la Corte

Otras ha sido peor, este verano en Cenicientos, buque insignia del “valle del terror”, donde este artista luchaba por ganarse el respeto de la afición, estuvo a punto de perder la vida, este invierno mucho ha pasado, pero finalmente salvó vida y pierna.

Ayer como un valiente reapareció, en Sevilla su tierra, en tarde de responsabilidad y con el toro que nadie quiere. Después del drama que empezó el pasado agosto reaparecía con una del Conde de la Corte, ¡olé torero! solo eso ya merece mi aplauso… después falló a espadas y a él sí se le negó el triunfo… lloró amargamente.

Cuando la vida te priva de cosas estando tan cerca de conseguirlas, después de haber sufrido tanto… las derrotas se hacen más duras….

En octubre de 2004 Vilches toreó el Valencia. Impresionante lección de toreo la que dictó en sus dos toros, especialmente en el segundo con la izquierda. Han pasado ya unos años y aún lo recuerdo, lo mejor de ese año sin duda en Valencia y de lo más bueno en muchos años. Silencio, ¡silencio! fue todo su premio en ambos toros…. sigo sin entender que pasó en la plaza aquella tarde, ese día me entristeció por él porque no comprendía a la plaza, mereció mayor triunfo, al ver sus llantos de ayer me acordé de esa tarde.

Solo decirte una cosa torero, tu valor, tu amor propio y tus buenas maneras te harán llegar a donde quieras. No te canses nunca de luchar, nunca….

Sin emoción no hay Arte....

El pasado domingo, Domingo de Resurrección, uno de los días más taurinos del año. Los días de recogimiento vividos como duelo por las penas que hicimos pasar a Nuestro Señor son seguidos por la alegría de Su Resurrección y los Artistas, los toreros, lo celebran como mejor saben, toreando.

Madrid y Sevilla, las dos catedrales de este Arte se vestían de gala, gran ambiente y mayor expectación. En Madrid Alejandro Talavante apostaba fuerte para demostrar que aún es quien fue. En Sevilla un cartel muy de su gusto, Morante, El Cid y Manzanares.

La ilusión de público y toreros se topó con la cruda realidad, se topó con el mal que va a terminar, si no ponemos remedio pronto, con este arte centenario, se topó con una docena de toros descastados, no exentos de peligro que todos cogen, pero sí imposibilitados para trasmitir la más mínima emoción, y sin emoción no hay Arte....

Tanto los de Zalduendo como los de Núñez del Cuvillo salieron como suele salir la mayoría de la cabaña brava actual, sin casta. Empiezo a cansarme de repetir que un toro de lidia ha de tener tres cualidades imprescindibles, y sin cualquiera de ellas no vale: fuerza, casta y bravura.

En mi opinión, gracias a Dios, el campo bravo actual está más bravo que nunca, cada vez salen más toros de tremenda fijeza, que empujan sin protestar en los simulacros de tercio de varas que se les aplican y que en general embisten con mucha clase.

La fuerza sigue siendo un problema, pero el de más fácil solución, y objetivamente estamos mucho mejor que en décadas anteriores muy por encima de los lastimosos ochenta y mejor que los noventa.

El problema es la pérdida de casta, el toro actual no tiene trasmisión, no tiene picante, ha pedido su fiereza... es un toro con el que es muy difícil que un Artista consiga emocionar...

Sin emoción no hay Arte y este será el verdadero final del mundo del toro.

No es momento de reproches, no es momento de buscar culpables, me trae sin cuidado si la culpa es de empresarios, ganaderos, toreros o apoderados, incluso de aficionados que hemos consentido que se llegue a esta situación, eso ya poco importa, lo único que importa es que entre todos, cada uno desde su parcela, nos planteemos que significa para nosotros todo esto, nos demos cuenta que de seguir así espectáculos como los del pasado domingo se van a ir repitiendo tarde tras tarde y esto acabará con "los toros"....

Mucho se debe de reflexionar para ponerle solución....

Miedo

Sudor frío, gélido, helado… un escalofrío. La boca seca, nervios muchos nervios… la mirada perdida, te mueves nerviosamente en el burladero, te santiguas, besas una medalla, tocas la montera, besas de nuevo la medalla, otra vez te santiguas… el capote mordido en la boca…. la mirada fija en el toril, se palpa la tensión en tu rostro…”suerte maestro” te dice cómplice un “ayuda”, asientes con la cabeza, no salen las palabras…. la mirada perdida sigue fija en el toril….

Salta el toro a la arena, otro escalofrío, los pelos se ruborizan, te acuerdas de los que más quieres, de todos, la mirada clavada en el animal, el sudor es más frío, el toro pasa frente al burladero, las piernas flaquean… sueltas el capote de la boca, tragas saliva, respiras hondo, te encomiendas al Santísimo y saltas a la arena, ¡hay que torerar!

No es miedo, es pánico lo que has sentido, sabes lo que es el toro, lo que es la vida, sabes lo que es sufrir, lo que es una cornada, lo que es el dolor… pero para triunfar en el toro, como en la vida, hay que arriesgar, quien no arriesga no gana, es cierto que probablemente tampoco pierda, ¿pero que habrá conseguido?...

Hay que ser torero, hay que querer triunfar, hay que aspirar a la Gloria y el único camino es la lucha, saltar cada día al ruedo y torear, pelear a vida o muerte como si cada día fuese el último, saber que existe el dolor, saber que por las cosas que se quiere de verdad hay que sufrir hay que pelear, no dejarse vencer. Se puede perder, las cornadas llegarán, la sangre, el llanto y el dolor, pero es el único camino que te llevará a la Gloria…

No intentarlo es ya una derrota, no nos podemos defraudar a nosotros mismos, si se quiere algo hay que luchar, se ganará o se perderá, todo puede pasar, pero nunca podremos reprocharnos el no haberlo intentado…

No es valiente quien conoce el dolor y no le teme, es simplemente un inconsciente. Es valiente quien siente miedo pero es capaz de enfrentarse a él, mirarlo a la cara y superarlo, un torero siente miedo, mucho miedo, pero cada tarde en la arena se enfrenta a él…..

“Rectificar es de sabios”…. también reza el refranero.

El pasado martes publiqué un reproche hacia los toreros José Tomás y Enrique Ponce por no comparecer en el próximo San Isidro.

Me parece que en Madrid, la primera plaza de toros del mundo, por el bien de todos estos dos toreros debían de actuar, de dar la cara.

José Tomás es un torero que defiende mucho lo suyo y es difícil de contratar, pero no podemos negar que para él Madrid es algo importante y siempre ha dado la cara allí, es cuestión de negociar.

Lo de Enrique Ponce me extrañó aún más, si bien es cierto que él el año pasado insinuó que esa podía haber sido su última tarde en Madrid, también lo es que tratándose de Ponce eso sonaba más a retirada que a otra cosa, en pocos días iba a estrenar paternidad e imagino que se estaba plateando muchas cosas en ese momento.

Lo que es rigurosamente cierto es que Ponce en 20 años no ha dejado de dar la cara en Las Ventas nunca y que ha hecho multitud de gestos para con esa Plaza.

Con las últimas informaciones sobre todo este asunto cambio de opinión al respecto. Los empresarios de Las Ventas, la familia Martinez Uranga, los taurinos “Choperitas”, están ejerciendo más que nunca de eso, de taurinos, y si hay algo he aprendido en estos años es que un taurino por definición es un antitaurino. No hay cosa que haga más daño al mundo del toro que un taurino profesional, ¡nada!

José Tomás y Enrique Ponce no han hecho otra cosa que exigir unas condiciones acordes a la dignidad que tras muchas tardes en esa plaza se han ganado, no han hecho otra cosa que exigir de partida lo que creen que es justo para ellos y según parece por parte de la empresa no se ha querido negociar.

Lo mismo le ha ocurrido a Julito Aparicio, que después de pagar el año pasado con una gravísima cornada en esa plaza este se ve fuera.

Como los toreros demuestran lo que son en la arena, Simón Casas, el apoderado de Julito precisamente, ha ofrecido un mano a mano a Ponce y José Tomás en Nimes.

Un mano a mano entre estos dos sí es bueno para todos y si es en Francia casi mejor, esperemos que acepten el reto….